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Nuestro inicio en el mundo del Golden se produjo en el año 2004, cuando fuimos a buscar al gran Zeus. Ya con tres meses era enorme de tamaño y de carácter.

Zeus es nuestro primer perro, y fue una adopción, no una compra, y como suele suceder cuando no tienes experiencia, si no pones todas las precauciones posibles, más adelante te puedes llevar desagradables sorpresas.

Aunque venía de un criador reconocido, al tratarse de una adopción, no recibimos un pedigrí, de lo cual me empecé a arrepentir cuando me interesó en mayor medida la raza y quise participar en exposiciones para aprender más, para lo cual tuvimos que hacer un registro inicial de raza. Aunque Zeus tiene algunos defectos de morfología que le hacen no ser seleccionado entre los mejores ejemplares en las exposiciones, es un muy buen exponente de la raza, tanto físicamente como principalmente de carácter. Sin embargo tuvimos que descartarlo como ejemplar para la cría, puesto que, siguiendo la ética de crianza que debería regir las decisiones de un criador, realizamos radiografías para diagnosticar el grado de displasia de cadera y codos, dando un resultado alto en las caderas. Desde entonces nuestra preocupación ha sido siempre que no sufra los dolores característicos de esta enfermedad, y está en intermitente tratamiento de condroprotectores, como vía preventiva, aunque por ahora no muestra dolor.

Esta experiencia, unida a la profundización en el aprendizaje de la raza, me ha hecho ser especialmente sensible al código ético de la crianza. Sé por la experiencia de otros que hay muchas cuestiones incontrolables en la genética, y otras tantas en los factores ambientales, que pueden desmontar el resultado final de una buena crianza, pero también sé que siguiendo unas reglas básicas las probabilidades de que aparezcan problemas físicos ó de carácter se reducen mucho. También me han transmitido que aunque pongas todos los medios preventivos pueden aparecer problemas genéticos, y entonces es cuando todo criador debería responder en función de las garantías ofrecidas antes de la compra del cachorro, lo cual deberá estar en consonancia a la valoración económica de aquel. Es fundamental que el futuro propietario de un cachorro conozca de antemano que siempre existen probabilidades de aparición de determinadas enfermedades, y debería estudiar hasta qué punto la garantía ofrecida por el criador llegará en caso de aparición del problema.

En el caso de Zeus no había garantía alguna, al tratarse de una adopción. Yo tampoco esperé nada de su criador por ese motivo. Sin posible reproche sí que hubiera agradecido alguna mayor información ó comunicación, que no se produjo desde el momento del diagnóstico.

En el mes de enero de 2009 llegó a casa Troya. Ella es el resultado de una labor fantástica de Luci Serrate (Chabiscar), como criadora y experta en esta raza, y para mí es la niña de mis ojos. Llevaba mucho tiempo estudiando la raza y aprendiendo de Luci, de Manolo Ayesa y Mariano Matute (Zaragoza Golden) y de las muchas webs de excepcionales criadores de todo el mundo, aprendiendo pedigrís, líneas y viendo ejemplares en exposiciones.

Cuando Troya nació, yo no tenía intención todavía de adquirir mi segundo golden retriever. Sin embargo, en mi deseo de aprender y disfrutar del crecimiento de la camada, acudía a casa de Luci muy a menudo para observar a aquellos rechonchos cachorrillos. Y sucedió: apareció el flechazo... No pude resistirme a ella al cabo de unas semanas, porque aparte de bonita y perfecta de estructura, tenía unas reacciones que me indicaron que sería lista y obediente en el futuro. Es de esas veces en la vida que tienes una intuición muy clara. Así que hablé con Luci, y decidimos que vendría con nosotros a casa.

Troya es la perra perfecta: es activa, pero obediente; es lista como ella sola. Y tiene ese constante deseo de agradarnos, del que tanto se habla en esta raza. Participamos en exposiciones de belleza, en las que vamos consiguiendo buenas calificaciones. Además, con ella me he introducido en el mundo del trabajo en el cobro, y así vamos canalizando el potencial de aprendizaje mutuo, y es mucho más divertido que las exposiciones. Es cierto que también es una actividad infinitamente más complicada, puesto que son muchos los factores que influyen en el trabajo del perro, pero también es mucho más satisfactoria cuando consigues hacerte entender y el perro lleva a cabo la orden. Al fin y al cabo es un juego...

También comparte juegos a diario con Troya y Zeus su amiga Sybila, una golden preciosa de nuestro gran amigo Alonso. Aquí en Borja los tres se lo pasan de miedo.

Tenemos la suerte de vivir en una zona rural, y eso nos permite pasear mucho con nuestros perros sueltos, en medio de la naturaleza, lo que activa sus instintos y les hace disfrutar plenamente. Aunque comparten casa con nosotros, y nuestros dos gatos, lo que implica que deben comportarse de forma educada y ordenada, también disponemos de terreno en casa para que puedan correr y jugar entre ellos haciendo el loco, y con nosotros cuando llega el buen tiempo en el jardín.